La crecida, filmada con vecinos de Panambí, se estrena en Oberá

PROVINCIALES

El filme del director bonaerense Ezequiel Enríquez tiene a los lugareños como protagonistas; narra la historia de una familia que debe dejar su tierra ante la construcción de una represa

El progreso arrollador pasando a vertiginoso y borrando toda huella de presente y posibilidad de futuro se vislumbra en La crecida, película rodada en Misiones y dirigida por el realizador bonaerense Ezequiel Erriquez, que tendrá su estreno nacional el próximo jueves 6 de julio a las 19 en el Espacio Incaa del Cine Teatro en Oberá.

El largometraje rodado en la localidad de Panambí y alrededores durante 2019 tuvo su presentación en varios festivales; se proyectó recientemente en el Festival de Cine Latinoamericano de La Plata; y a partir de julio comienza su circuito por la pantalla grande en los Espacios Incaa de Buenos Aires y en la Sala Lugones del Teatro San Martín.

El filme cuenta la historia de un pueblo de frontera que a raíz del proyecto de la construcción de una represa tiene sus días contados antes de quedar bajo el agua, lo que obliga a sus habitantes a dejar sus hogares y mudarse a una barriada precaria. La tranquilidad cotidiana y la naturaleza conocida se vuelven miedo y desarraigo y una familia se debate entre migrar a Brasil o quedarse cerca de sus vecinos.

Para lograr esta narrativa el director convocó a los vecinos de Panambí, que son los protagonistas de la película y no tenían ninguna experiencia actoral previa. En tanto, el equipo técnico está conformado por profesionales de La Plata, Córdoba y Misiones. 

“Nosotros estamos encantados de poder estrenar la película en Misiones, vamos a viajar para estar en Oberá en la función de estreno, nos pareció lindo el Cine Teatro Oberá con su Espacio Incaa para esta proyección porque está cerca de donde están las personas que participaron de la película”, destacó el director Erriquez en una entrevista telefónica.

Surge una historia 

El realizador recordó que la película se rodó íntegramente en Panambí y que también se hicieron tomas en algunas locaciones cercanas. Acerca de cómo surgió este proyecto detalló: “Yo andaba recorriendo Misiones hacía un tiempo y estaba escribiendo la historia de una familia que tenía un conflicto; llego a Panambí en una época en que en la gente estaba  preocupada por el proyecto de la construcción de la represa hidroeléctrica Garabí-Panambí junto con el Brasil, y me contaron sobre sus miedos, sobre lo que estaba pasando”.

En un momento, los personajes de su libro se cruzaron con el paisaje de verde y río de Misiones y con la problemática de la acción del hombre sobre la naturaleza, que podría cambiar el curso de la vida del lugar y sus habitantes para siempre. “Algo me llevó a relacionar la historia de esa familia que yo estaba escribiendo con esa problemática que estaba aconteciendo con el miedo a perder la casa y la tierra a partir de la represa, en una región acostumbrada a las crecidas del río y las inundaciones. Allí se fusiona la historia y devino el guión y la película”, expuso.

¿Cómo tomaste la decisión de convocar para la película a los vecinos del lugar, que no son actores profesionales?  

Me parecía que los vecinos podían contar desde un lugar de adentro de la historia, le pusieron el cuerpo al relato y hasta le dieron su propia impronta. Elegir contar una historia desde adentro de Misiones y no desde afuera para mí es lo que resume la motivación de la película, que era contar una historia desde la gente y cómo se vivencia una situación particular. Ese es el cine que me interesa hacer y es el motor de querer hacer la película. De hecho, en mi primera película que se llama A la cantábrica (2012) hago un proceso bastante similar de recorrer el espacio, la filmé en Bragado también con actores espontáneos digamos, que no tenían experiencia de trabajar en una película. En La crecida hubo casting pero no de forma tradicional,  ya que  también hubo mucho de caminar, observar, entrevistar a la gente. Es la forma que me gusta trabajar, donde se mezcla un poco de documental con la ficción, me interesa ese camino, no significa que sea lo único que me interesa, pero hay algo de exploración allí que me interesa que conviva y que se refleje.

¿Qué te decía la gente de Panambí? ¿Los vecinos se entusiasmaron con la propuesta o hubo que remarla?

En la parte de Puerto Panambí, donde se filmó prácticamente todo viven alrededor de 500 personas, yo viví un año allí, entre quedarme a conocer el lugar, hacer la preproducción, después el rodaje. En un primer momento costó que la gente me crea que yo quería hacer una película (risas). Me decían que yo era alguien de inteligencia. La gente tenía sus dudas y era normal en esa zona de frontera. Pero el hecho de quedarme y estar bastante tiempo y convivir hizo que las personas confíen y se sumen al proyecto y fue hermoso trabajar como un gran equipo.

Desde que escribiste el guión y tenías la idea de lo que querías como director,  ¿cambió en algo tu percepción de la película durante el rodaje?

Fue cambiando un montón en todo el proceso del rodaje, yo tenía un guión muy trabajado y elaborado, pero en el momento del set y de ponerle el cuerpo a la historia y trabajar con actores espontáneos, ellos aportaron y pusieron su impronta a los personajes, hay ciertas maneras de hablar que no estaban en el guión. Digamos, yo no soy misionero y no hablo portuñol, yo escribí el guión desde mi modo de hablar, y ese guión, esos diálogos fueron atravesados por las singularidades del lugar y de las personas que actuaron. Entonces el trabajo era leer la letra, desarrollar la idea de la escena y luego había escenas donde los actores podían improvisar más y otras donde era necesario que se apoyen más en el guión, fue un trabajo en equipo muy interesante y enriquecedor.

La cuestión de los recursos naturales, de la manipulación humana del agua, por ejemplo, son temas muy actuales…  

El tema de los recursos naturales es algo que está vivo… En el caso de La crecida, no es que cuenta de lleno explícitamente la represa. El foco está puesto en esta problemática que afecta a una familia y cómo esa violencia que se vive en el exterior a nivel social repercute en su día a día y en las decisiones que tiene que tomar. Claro que aparece esta crisis social por la represa, pero el nudo es la familia y sus miedos, a la vez que su tranquilidad y sus sueños se desvanecen.   

En cartelera

Además de la proyección estreno del 6 de julio en el Espacio Incaa del Cine Teatro Oberá, seguida por una charla con el equipo de La crecida, la cinta permanecerá en cartelera toda la semana. Ver horarios de funciones en redes @espacioincaaobera1. Mientras, para saber más sobre la película, ingresar en Instagram @ritacine.


Ficha técnica

LA CRECIDA
Dirección y guión: Ezequiel Erriquez Producción: Laura Mara Tablón Compañía productora: Rita Cine; coproductores: Bomba Cine, Insomnia Films & Ezequiel Erriquez Casting: María Laura Berch, Mariana Berch & Ezequiel Erriquez Fotografía & cámara: Gustavo Schiaffino Elenco: Marianela Campos, Antonio Buttinger, Natalia Schmechel, Yrma da Rosa, Ramón Tauret y Casimiro Lipowsky. En total participaron 64 vecinos entre protagonistas, reparto y extras. Duración: 117 minutos Género: Ficción, drama

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