“Soy adicto, pero jamás tuve necesidad económica para asesinar a mis padres”: las últimas palabras del condenado a perpetua por doble parricidio en Andresito

POLICIALES

El pasado martes, Alejandro Daniel Kirchner (27) fue condenado a la pena máxima dispuesta por el Código Penal por haber sido hallado penalmente responsable de los delitos de “doble homicidio agravado por el vínculo y uso de arma de fuego”.

“Jamás sería capaz de hacer algo así”. Así comenzó expresándose el joven ante el Tribunal Penal Uno que le concedió sus últimas palabras antes de la decisión final y su posterior condena a prisión perpetua.

El doble homicidio se perpetró entre la tarde del 21 y la madrugada del pasado 22 de septiembre de 2019, en la vivienda de la pareja asesinada ubicada en el kilómetro 9 de la localidad de Andresito.

Con el correr de las audiencias y la comparecencia de una veintena de testigos, quedó demostrada la mala relación entre el condenado y sus padres. Sin dejar de lado además, el consumo problemático de drogas por parte del joven, de ahora 27 años.

“Yo consumo, pero jamás le haría algo a mis padres. No tenía necesidad económica para hacerlo”, afirmó el encartado, horas antes de ser condenado a la pena máxima, por la que deberá purgar al menos, 35 años de cárcel.

Las pruebas para condenar al hijo de la pareja asesinada no eran contundentes pero si suficientes para el Tribunal. Hilario Kirschner (61) y Mirta Sachser (54) fueron hallados sin vida sobre la cama matrimonial de su habitación, pero en la propiedad había rastros de sangre por todas partes. En principio, se creía que podría tratarse de un robo seguido de muerte pero finalmente, descubrieron que el matrimonio depositaba sus ahorros en el Banco.

No se registraron faltantes de valor e inclusive, un dato clave que hizo sospechar a los pesquisas es que, la única habitación que no había sido revuelta era la de Alejandro, quien residía en la misma chacra.

Las sospechas fueron aún mayores cuando allegados y parientes de la familia dieron fe de la mala relación entre el padre y su hijo menor, quien padecía un problemático consumo de drogas, lo que llevó a Hilario a prohibirle el uso de la camioneta Toyota Hilux como castigo

“Soy inocente, no debo nada, puedo dormir tranquilo en las noches por más que tenga una carga pesada. Algunos dicen que soy frío, pero jamás se acercaron a preguntarme cómo me sentía o que había pasado”, concluyó el asesino minutos antes de ser condenado por el Tribunal compuesto por Atilio León -presidente-, Liliana Beatriz Komisarski y Oscar Fava Gallardo.

En la sala de debates, estuvieron presentes familiares del encartado, de parte de madre y padre, cuyas opiniones estaban divididas pero igualmente, todos ellos no pudieron evitar romper en llanto al momento de oír la condena a prisión perpetua.

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