Un año después, negocios iguazuenses recuperaron actividad en un 80%

PROVINCIALES

Desde la Cámara de Comercio afirman que se notó el crecimiento en el rubro con la reapertura del puente, pero que aún afrontan deudas asumidas por la pandemia

El parate que provocó la pandemia por el Covid-19 a Puerto Iguazú afectó de lleno a todos los rubros por igual. Comercios, hoteles y restaurantes insistieron desde finales de 2020 por la reapertura del puente internacional Tancredo Neves, con el objetivo de reactivar la economía. Es que mucho del movimiento que se registra allí depende del tránsito vecinal, tanto desde Foz de Iguazú como de Ciudad del Este, Paraguay.

Con la reapertura del puente, que se produjo hace prácticamente un año, la postal del sector comercial de Iguazú es completamente distinta. En este sentido, desde la actividad afirman que en el último año se registró un aumento en el caudal de ventas aunque la recuperación aún no es total. Según precisaron desde la Cámara de Comercio de Iguazú (CCI), la actividad en la ciudad se logró reponer en un 80%.

El recupero no fue total como consecuencia que muchos de los negocios aún continúan abonando los compromisos crediticios que asumieron en los tiempos más estrictos del aislamiento social preventivo y obligatorio (Aspo) para mantener el pie el negocio y los puestos de trabajo. Pese a ello, estiman que para fin de año se podrá lograr la recuperación total, con la llegada de las fiestas y de las vacaciones de verano.

A un año de un día histórico para la ciudad, como lo calificaron los comerciantes en su momento, desde la Cámara de Comercio local se mostraron conformes con la acertada decisión de habilitar el ingreso de personas al país por el centro de frontera de Iguazú, que en ese momento se efectuó primero como una prueba piloto -junto con Mendoza- para luego convertirse en un corredor turístico seguro hasta principios de este año.

“Fue un antes y un después para el comercio de Iguazú, la reactivación vino con la apertura del puente y a medida que se flexibilizó y se eliminaron los requisitos sanitarios para ingresar al país, los comercios de Iguazú fueron creciendo en el caudal de ventas”, explicó Joaquín Barreto, presidente de la CCI, en diálogo.

Como consecuencia directa del parate que provocó la pandemia por el coronavirus, un total de 250 negocios debieron bajar sus persianas en los tiempos más estrictos del confinamiento. Con la mayor flexibilización en el movimiento, lograron reabrir 200 en total de aquellos que cerraron en marzo del 2020. A la par, nuevas firmas del rubro gastronómico decidieron apostar por el destino Cataratas.

En este sentido, recordó que en los primeros días del regreso del tránsito sobre el paso Tancredo Neves, el movimiento comercial fue lento debido a las exigencias sanitarias impuesta para ingresar a territorio argentino. El pedido de PCR a los extranjeros desalentó por un tiempo los cruces, debido a los altos costos que implicaba la realización de la prueba negativa de Covid.

Sin embargo, a partir de mediados de octubre el flujo comenzó a incrementarse. Uno de los primeros sectores en sentir el mayor impacto del arribo de extranjeros fue el de las estaciones de servicio, producto de la asimetría de precios con Foz de Iguazú.

En ese período, los comerciantes locales se mostraron esperanzados porque esperaban que aquellos que se acercaban a comprar combustible aprovecharan para hacer compras y recorrer los diferentes puntos turísticos, además de poder disfrutar de la gastronomía local. Esto comenzó a registrarse a partir de enero con la llegada de la temporada de verano, tiempo en el que el incremento de visitantes fue significativo y comenzó la recuperación comercial de la ciudad.

En principio se esperaba que para julio se alcance los valores similares al período prepandemia, pero las complicaciones financieras asumidas a lo largo del 2020 y las filas sobre el viaducto postergaron las proyecciones de recuperación total.

“Hoy los comercios están un 80 por ciento de recuperación teniendo en cuenta indicadores anteriores a la pandemia y estimamos que para fin de año la balanza se equilibrará. Esperamos que el año que viene los comercios puedan generar rentabilidad y salir de todas las deudas adquiridas en la pandemia”, manifestó Barreto.

Para lograr este objetivo, desde la Cámara de Comercio insisten en la agilización de la frontera para proyectar el crecimiento anhelado. En su momento, desde la entidad esperaban que el 2020 sea un año récord para la actividad, a la par del movimiento turístico. Pero la pandemia modificó los planes.

En este contexto, en los últimos meses, negocios, hoteles y restaurantes piden por un corredor turístico con el objetivo de dinamizar el tránsito sobre el puente, ralentizado por las extensas filas, lo que desalienta los cruces desde Brasil hacia la Argentina.

En cifras
250 La cantidad de negocios que bajaron sus persianas durante los tiempos más estrictos de la pandemia. Rehabilitado el paso, reabrieron 200 en total.

Naftas, el insumo más pedido por la diferencia cambiaria

La reapertura del puente internacional Tancredo Neves disparó la demanda de combustibles en la localidad de Puerto Iguazú. La diferencia de precios de la nafta con Brasil, que llegó hasta el 50% a finales del año pasado, motivó el masivo cruce tanto de vecinos de Foz de Iguazú como también de habitantes de Ciudad del Este, Paraguay.

La fuerte demanda del combustible argentino provocó a partir de noviembre escenas que se volvieron postales cotidianas: de surtidores vacíos y extensas filas de vehículos con el objetivo de llenar los tanques.

En ese momento, el litro de combustible en la Ciudad de las Cataratas costaba 95,20 pesos mientras que en las estaciones de servicio de Brasil se comercializaba a 7,30 reales, equivalente a 252 pesos el litro. Es decir, una diferencia de 157 pesos por litro, que provocó un notable incremento en los cruces desde Foz.

Un mes después, en diciembre, se llegó uno de los puntos más críticos de la demanda y de la escasez de combustible en Iguazú, que se extendió a las localidades más cercanas por el mismo motivo: la diferencia de precios de la nafta con Brasil. En ese momento, la fila para llenar los tanques de los autos superó el kilómetro e incluso muchos debieron esperar hasta seis horas para llegar a los surtidores. Fue en ese momento que el Concejo Deliberante de Iguazú emitió una ordenanza en la que estableció filas diferenciales para autos con patente extranjera, además de cupos para la venta, primero de 15 litros y luego de 40, únicamente de tipo premium.

Durante enero y febrero la postal fue la misma, con esperas que alcanzaron las ocho horas.

Ya en la tercera semana del mes, en cada caso, las estaciones de servicio se quedaron sin combustibles. En este contexto, la diferencia de precios movilizó un nuevo negocio en la frontera, con la venta ilegal. En botellas o bidones se comercializaba el combustible argentino a través de redes sociales.

Pese a que la nafta argentina aumentó, las largas filas, la gran demanda y la escasez de combustibles persisten a un año de la reapertura del puente.

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