Tesoros de biblioteca, una selección de libros únicos y con historia

GENERAL

Surgió como un puesto ambulante de libros usados y se afianza como una feria librería que rescata y restaura textos

Una segunda oportunidad para libros y lectores. Una página abierta al descubrimiento o reencuentro con títulos y autores. De eso se trata el proyecto Amigos de los Libros Posadas, una feria-librería con base en Facebook creada por el docente y librero Francisco Leonardo de Almeida Neto.

Brasileño nacido en la ciudad de San Pablo, se radicó en Misiones en 2006 y, mientras estudiaba el Profesorado de Portugués en la Facultad de Humanidades, comenzó a vender libros de manera ambulante, en una iniciativa que fue creciendo y consolidándose sin perder el cariz artesanal y autogestivo y la esencia del amor por la lectura.

Francisco busca y compra libros usados, que en general la gente guarda en cajas por años, él los restaura en caso de que sea necesario y así los deja en condiciones para que alguien los adquiera a precio accesible y sobre todo, los lea. Además, fue sumando ejemplares nuevos a su catálogo.

“Conocí Misiones por un amigo misionero que trabajaba en ese tiempo en Brasil y me invitó a venir unas vacaciones. Después conocí a quien iba a ser mi esposa, Pamela, ella es misionera, nos casamos y decidimos radicarnos aquí, tenemos dos hijos”, explicó el docente.

Y recordó que su emprendimiento de venta de libros se originó “como de casualidad”, y fue tomando forma por el boca en boca y la presencia en ferias y eventos literarios.

“Cuando estaba estudiando necesitábamos libros en portugués y eran caros de comprar o no se conseguían tanto. Cada vez que viajaba a Brasil traía algunos y me iban pidiendo también. Así fue que empezó todo, sin planificar mucho, y después hice la página de Facebook se fue armando una linda comunidad, numerosa, donde se dan a conocer los títulos disponibles y la gente interactúa comentando sobre libros”.

Señaló, además, que el carácter itinerante de su librería propicia un acercamiento de los libros a la comunidad. “Vamos a las ferias siempre que podemos”.

A su vez, destinó un sector de su casa para organizar los textos en estantes temáticos. “Hace poco que estoy trabajando en armar los estantes, la accesibilidad es muy importante, porque si uno tiene los libros encimados no se encuentran, se pierden y no cumplen su función de ser leídos”, refirió.

De valiosas sorpresas

En la búsqueda de variar y aumentar sus colecciones, Francisco se ha topado con ejemplares únicos, ya sea por su rareza, antigüedad, calidad y detalles de la edición…

“Yo vendo libros usados y nuevos que voy adquiriendo de a poco, con esfuerzo. La gente por ahí me llama y me dice ‘en casa tengo muchos libros que ocupan lugar y no sé qué hacer con ellos’, y yo voy a mirar, me tomo ese tiempo y los rescato, porque de otra manera quizás terminen descartados en un basurero”.

En ese proceso de revisar viejos anaqueles o empaques, relató: “Me encontré con libros que son un tesoro. Por ejemplo, de Marcial Toledo, un autor misionero del que hay pocos ejemplares de sus libros, y una persona del área de Cultura los adquirió para una biblioteca, porque es un patrimonio cultural de todos. Creo que debemos cuidar los libros, hay libros que como no son comerciales ya no se van a editar y si los tiramos se pierden para siempre, hay libros únicos, libros que guardan una historia”.

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