Comerciantes y vecinos marcharán contra la inseguridad en Oberá

GENERAL

A un mes del asalto y homicidio de la comerciante Gladis Gómez, “es tremendo el grado de impunidad y de injusticia que estamos viviendo”, opinó Adriana Kosnicki

“Necesitamos ser escuchados y cuidados. Necesitamos que se respeten nuestros derechos como personas. No podemos seguir viviendo con miedo, el miedo paraliza y no nos deja actuar. No esperemos que le toque a un ser querido para actuar e involucrarnos”, reflexionó la comerciante Adriana Kosnicki, una de las organizadoras de la marcha por Seguridad, Paz y Justicia que se realizará esta noche en Oberá.

La convocatoria fue pactada para las 20 en el Centro Cívico, histórico epicentro de movilizaciones sociales.

Dicha manifestación surgió por iniciativa de comerciantes y vecinos autoconvocados, y cuenta con el apoyo del obispo de Oberá, monseñor Damián Bitar, quien viene alertando sobre el avance de la inseguridad en el ámbito local.

En diálogo, Kosnicki manifestó que el homicidio de la catequista y comerciante Gladis Beatriz Gómez (39) fue un hecho que “conmocionó a toda la comunidad y fue el disparador que nos hizo tomar conciencia de la magnitud de inseguridad en la que estamos viviendo”, remarcó.

Asimismo, alertó que muchas víctimas ni siquiera denuncian los delitos porque no encuentran respuestas en la Justicia.

“Todo el tiempo estamos lidiando con mecheros, pungas y ladrones, pero lamentablemente notamos que mucha gente ya no quiere hacer la denuncia porque dicen que es perder tiempo porque los delincuentes entran por una puerta y a las horas salen por la otra. Y encima después te amenazan. Es tremendo el grado de impunidad y de injusticia que estamos viviendo”, opinó.

Comité de emergencia

Según expresó la referente de los comerciantes autoconvocados, luego del asesinato de Gómez mantuvieron una reunión con el obispo Bitar, quien se mostró comprometido con la problemática y les brindó su apoyo.

Por otra parte, anticipó que trabajan en una propuesta para la creación de un comité de emergencia de seguridad, al tiempo subrayó la necesidad de trabajar en prevención y adecuar la legislación vigente. 

“Más allá de ser comerciantes somos vecinos de Oberá y tenemos familia. Lo que le pasó a Gladis nos puede pasar a cualquiera. Si no hacemos algo al respecto esto se puede volver algo cotidiano. Eso es lo que tenemos que tratar de evitar”, agregó.

Por su parte, Carlos Acuña, comerciante y presidente del foro de seguridad de Villa Kindgreen, graficó la situación con un episodio que padecieron el miércoles pasado en su barrio y puso la lupa sobre el accionar de la Justicia.

“Una vecina alertó que escuchaba ruidos en el techo, llegó la Policía y detuvieron a tres jóvenes, un mayor y dos menores. Son los mismos de siempre, por eso en un momento los vecinos querían dar vuelta el patrullero y la situación se puso tensa”, reconoció.

El dirigente vecinal precisó que los sospechosos tienen un amplio prontuario, pero “entran por una puerta y salen por la otra”, lamentó.

“El jueves fuimos entre 20 vecinos para ampliar la denuncia y cuando llegamos a la Seccional Primera, nos dijeron que los delincuentes ya estaban por salir. Parece que la Justicia espera que los vecinos actuemos por mano propia”, insistió. 

Acuña relacionó el avance de la inseguridad con el flagelo de las adicciones, con “pibes cada vez más chicos que salen a delinquir drogados”, y aseguró que en Villa Kindgreen “no hay vecino al que no le robaron”.

Caso Gómez

La noche del pasado 2 de marzo, Gladis Beatriz Gómez fue asaltada en su comercio de calle Piedrabuena casi Colombia, en el barrio Loma Porá de Oberá.

Si bien no se resistió, tal como contó antes de entrar en shock, uno de los motochorros le disparó un tiro en la cabeza.

En el local se halló una esquirla de un plomo calibre 32, según informó la Policía.

La misma victima indicó que eran dos los ladrones y andaban en moto, lo que direccionó la investigación policial del caso.

Por el hecho fueron imputados dos hombres, ambos con antecedentes, aunque hasta el momento no se halló el arma homicida.

Tras el deceso de Gómez -que agonizó once días en el Hospital Samic- la causa fue recaratulada como homicidio calificado y robo.

El expediente está a cargo del Juzgado de Instrucción Uno de Oberá y, al menos por el momento, ambos implicados se abstuvieron de declarar.

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