“Detrás de este hecho delictivo debe haber sin dudas consumo de drogas”

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El obispo de Oberá presidió la última despedida de la víctima. “La despedimos con dolor, emoción, indignación”, subrayó Damián Bitar. Alertó sobre el trasfondo de las adicciones

El reclamo por justicia y mayor seguridad en Oberá resonó en la última despedida de Gladis Beatriz Gómez (39), la comerciante y catequista asaltada por motochorros que falleció el último domingo tras once días de agonía por un balazo en la cabeza. 

El dolor y el desconsuelo de familiares y amigos, se extendió a toda la comunidad que ayer acompañó el velatorio que se realizó en la Parroquia Cristo Rey y la posterior inhumación en el Cementerio La Piedad.

Por la mañana se concretó la autopsia en la morgue judicial de Posadas, procedimiento que determinó que “la causa de la muerte fue por herida de arma de fuego en región perito temporal derecha. Con orificio de entrada sin salida. Lesión amplia de parenquima (tejido) cerebral”.

Asimismo, se procedió a la extracción del plomo que originó el deceso, material que será peritado para establecer el calibre de la bala y posterior cotejo.

Ya en Oberá, el cuerpo fue velado a partir de las 15.30 en una misa presidida por el obispo de la diócesis de Oberá, monseñor Damián Bitar, quien destacó las bondades de la víctima, a la cual calificó como “una joven sencilla, humilde y luchadora de su pan de cada día”.

“Querida en esta parroquia ya que trabajaba en la catequesis con grupos de jóvenes y, sobre todo, en un movimiento de oración y misión que es la renovación carismática”, precisó.

Con los padres y hermanos de Gómez devastados por la tragedia, Bitar fue la voz que interpretó el quebranto de la familia y la comunidad.

“La despedimos con dolor, emoción, indignación, eso no se nos va porque ha sido una muerte no querida por Dios. Por eso no decimos Dios la ha llamado, sino Dos la ha recibido. Su muerte fue adelantada por este acto cobarde y cruel de quienes delinquieron en su negocio y atentaron contra su vida”, remarcó.

Pedido de justicia

La noche del pasado 2 de marzo, Gladis Beatriz Gómez fue asaltada en su comercio de calle Piedrabuena, casi Colombia, en el barrio Loma Porá de Oberá.

Si bien no se resistió, tal como contó antes de entrar en shock, uno de los motochorros le disparó un tiro en la cabeza. En el local se halló un segundo plomo calibre 32, según informó la Policía.

La misma víctima indicó que eran dos los ladrones y andaban en moto, lo que direccionó la investigación policial del caso.

Sobre el trasfondo de tan irracional ataque, el obispo de Oberá apuntó al trasfondo de la drogadicción y sus nefastas consecuencias.

“Sin dudas que el efecto que está causando el consumo de drogas lleva a la locura, por eso hay adictos que en la locura le pegan a su madre y a su padre o atentan contra su vida. Creemos que detrás de este hecho delictivo debe haber sin duda consumo de drogas”, opinó.

Por el hecho fueron imputados dos hombres, ambos con antecedentes, aunque hasta el momento no se halló el arma homicida.

Sobre la marcha de la investigación, Bitar reconoció que “la confianza no la perdemos, pero es un poco lerda la Justicia. Es importante que se esclarezca, que se llegue a quienes fueron y se caiga con el peso de la ley, porque si no se llega a encontrar a quienes asesinaron a Gladis, todos estamos expuestos y podemos ser las próximas víctimas. Urge que se encuentre a los responsables y que se haga justicia”. 

En tanto, no descartó una nueva marcha por justicia “si no se descubre fehacientemente quienes fueron los autores del hecho, porque hasta ahora se habla de dos sospechosos”.

Tras el deceso de Gómez la causa fue recaratulada como homicidio calificado y robo. El expediente está a cargo del Juzgado de Instrucción Uno de Oberá.

“Detrás de este hecho delictivo debe haber sin dudas consumo de drogas”
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