EL RÍO PARANÁ PUEDE LLEGAR A BAJAR SUS AGUAS A NIVELES MUY BAJOS. ADVERTIÓ EL INTA

GENERAL

El río Paraná se mantiene con una tendencia bajante en junio, con alturas muy por debajo de los límites de aguas bajas en varias ciudades de Entre Ríos, y advierten que la tendencia prevé que continuará el descenso y podría alcanzar niveles muy similares a los registrados en 1944, el año más bajo de la historia.

“Es alta la probabilidad de un agravamiento de la bajante en el río Paraná y con esa tendencia alcanzaría niveles similares a los registrados en el año más bajo de la historia registrada”, apuntó el Instituto Nacional del Agua (INA).

En 1944, la situación fue peor que la actual: frente a Paraná, capital entrerriana, el río marcó 1,40 metros por debajo del cero (altura sobre nivel del mar); en Diamante -1,29; y en La Paz -1,08. Julio será un mes crítco, con afectación de todos los usos del recurso, especialmente la captación de agua para consumo.

En ese sentido, el INA aseguró que “no se espera una mejora sensible en los próximos meses”, y que julio “será especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico, especialmente la captación de agua fluvial para consumo urbano”, por lo que en los próximos meses el río se acercará a esos valores.

En Paraná, el río presentaba este miércoles una altura de 22 centímetros, 2,08 metros inferior al límite de aguas bajas (2,30 metros), luego de descender unos 93 centímetros en seis días; y el INA prevé que podría llegar a cinco centímetros de altura a fines de mes. También, en Diamante, la altura del río se mantiene subiendo y bajando cercano a los 50 centímetros, hoy con solo 52 centímetros, por debajo de los 2,40 metros del límite y 91 centímetros menos que el 6 de junio.

En La Paz, el río Paraná bajó a 70 centímetros; 1,10 metros menos que a principios de mes y muy por debajo de los 3,20 metros de límite de aguas bajas.

Para esa ciudad entrerriana, el INA espera que la altura “continúe en franco descenso, hasta los 50 centímetros”, y se mantenga “por debajo del promedio histórico de junio” de 4,22 metros, donde puede descender hasta los 25 centímetros de altura.

En tanto, en Victoria el río bajó cinco centímetros a 1,40 metros luego de mantenerse estable cercano a los 2 metros de altura, y continúa por debajo de los 2,60 metros que marcan las aguas bajas.

A raíz de la bajante, varias embarcaciones quedaron encalladas en barro seco, salieron a la luz numerosos bancos de arena, anclas antiguas, peces grandes quedaron estancados en bancos de arena y los municipios debieron trabajar para mantener el servicio de agua potable en diferentes localidades de Entre Ríos.

También, en algunos sectores del río se visibiliza sobre la superficie la manta protectora del túnel subfluvial que une las capitales de Entre Ríos y Santa Fe; y se registraron importantes desmoronamientos de islas cercanas al puente que une Rosario y Victoria. En tanto, la Prefectura Naval Argentina (PNA) no pudo, entre abril y junio del año pasado, medir la altura en Victoria y Diamante, ya que el sistema no permite registros menores al metro de altura.

La población de peces del Paraná depende de los ciclos hidrológicos y climáticos, por lo que el río bajo perjudica la reproducción y el crecimiento natural de ciertas especies, algo que se corrobora con los pescadores y comerciantes, quienes aseguraron que la pesca bajó notablemente respecto a años anteriores, al igual que las ventas.

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